El día que juré que la Wii sería mi última videoconsola...


Corría el año 2008, era verano y hacía calor. Estaba con mi compañera de piso en el Toys 'R' Us ya que, después de varios años debatiéndome entre si comprar la Wii o no por fin me había decidido. Me costó, si no recuerdo mal, unos 300 euros (la mitad de mi sueldo por aquel entonces). Y es que el precio es algo determinante a la hora de decidirse. Y también es por el precio por lo que decidí que la Wii sería la última.


Os contaré un poco mi historia con las consolas y los videojuegos. Nunca he sido muy fan de ellos (no por falta de ganas) pero el precio es una barrera casi imposible de saltar. Una media de 40 euros es algo que para una persona de clase media resulta doloroso para el bolsillo. Aún así han pasado por mis manos algunas de ellas.

En la primera mitad de los años 90 llegó a mis manos las NES de Nintendo. La cosa prometía. Me la regalaron mis primos porque ellos ya no la querían. Lo que no he dicho es que mis primos viven en EEUU y ni mis padres ni yo, que aún no tenia ni pelusa en el bigote, sabíamos que era eso del sistema PAL y el sistema NTSC. En fin, nuestro gozo en un pozo. En el siguiente viaje la volvimos a llevar para devolvérsela ya que en España poco bien iba a hacer.



No pasó mucho tiempo y tuve como regalo la SuperNES. Creo que la consola a la que le he sacado más partido. Una vez más me volví a topar con el problema del precio de los juegos. La anécdota que más recuerdo es estar un día en PRYCA (¿os acordais de PRYCA?) y rebuscando entre los juegos de 6000 pesetas, (unos 36€ de ahora, que pueden parecer poco pero recuerdo que en esa época un chicle costaba 5 pesetas y no 5 céntimos) uno por 2000 pesetas. Que bien, uno baratillo.


Después de pasarme una hora intentando convencer a mi madre para que me lo comprara, por fin cedió y llego a mis manos "Hyperzone".




Un trepidante y epiléptico juego en "3D" (lo dejo en 2D y medio) del que, no por falta de intentos, nunca pasé de la segunda pantalla.

Y ya no hubo más juegos de la SNES. En total tuve unos 5 o 6 juegos. A 36€ más o menos, 216€.


La siguiente en la lista de mis decepciones con videoconsolas es la revolucionaria Nintendo 64, con auténtico 3D. Costó 19.900 pesetas (también de la época). Un regalo de cumpleaños del cual yo tuve que pagar 10.000. Obviamente el motivo fue que mis padres no estaban dispuestos a gastarse tanto dinero. Pero, casi veinte años después, aun me acuerdo de esta anécdota.

Aún así, haciendo balance, la N64 quizá sea la videoconsola a la que más partido he sacado. Los juegos estaban a una media de 10.000 pesetas (60€) y tengo también unos seis lo que hacen un total de 360€ de inversión.


Después de tres videoconsolas de Nintendo me decidí, también pensando mucho en el precio, por cambiarme de bando y comprar la Playstation 2 (En su versión plata con el Formula1 2004). Y al mes de comprarla me plantan en las tiendas la Playstation 2 Slim por un precio similar (o quizá más barata) y con un tamaño extra reducido. Pensareis: ¡Oh! Han conseguido reducir la videoconsola aún más Eso tiene que ser que usan componentes nanoscópicos. No me lo explico si no. Estos ingenieros de Sony son la leche. Genios de la electrónica.

Pues mira no. Lo único que hicieron fue usar una fuente de alimentación externa. ¿No se le pudo ocurrir a nadie en el momento que diseñaban la Play2 original?

En fin. Quizá sea esta la videoconsola en la que menos haya invertido porque sólo tengo dos juegos propios. En aquella época solía alquilar los juegos ya que de ninguna manera me podía permitir comprarlos.

Y cerramos el ciclo con la Wii, de cuya historia he hablado al principio del post. Pero añado mi profunda decepción con lo que ha sido esta videoconsola.
Llevaba un tiempo sin usarla pero, como me habían regalado el Zelda Skyward Sword, volvi a conectarla y el juego me pedía una actualización. Después de esa actualización es cuando empezó mi enfado con Nintendo. Habían quitado los canales de la tienda Wii y dejado de dar soporte a los que tenía instalados (el Tiempo y las Noticias).

Claro ya han sacado la Wii U y quieren que pase de nivel. Pero yo miro la Wii U:


Y sólo veo esto:


Me explico. Si bien Nintendo podría haber desarrollado un mando especial para la Wii original (me imagino que físicamente no ha sido posible) Ha optado por crear una nueva consola con un nuevo mando y funcionalidades.

Para mí el problema no es que saquen videoconsolas nuevas, (no solo Nintendo, sino también Sony, Microsoft...) sino que no son 100% compatibles entre sí. Lo que hace que  tengamos que invertir aún más dinero en ellas. Y esta industria no es barata. 

Y si encima se nos raya el DVD, apaga y vámonos. ¡Que vuelvan los cartuchos!

Resumiendo. Si sumo todo lo que me he gastado en ella y lo poco que he jugado, os digo que no me ha salido para nada rentable. Y yo siempre he querido engancharme más y más pero lo ponen muy difícil.
Por ello no compraré más videoconsolas. Porque no me parece sostenible a día de hoy ni realista con los tiempos que corren.

Se me acaba de ocurrir algo. No lo he madurado mucho, pero lo dejo caer y que cada uno saque sus propias conclusiones:

Quizá podrían utilizar la misma estrategia que con las impresoras. Hoy en día por menos de 100€ te compras una impresora simpática y los cartuchos, que son los consumibles, salen por no menos de 10 o 15€.

Ahora imaginemos que Nintendo saca su próxima videoconsola con un precio de lanzamiento de 100€. Ahí te ahorras 200€ o 300€. Y que haces con ellos...  gastártelos en juegos. Al final, si lo piensas fríamente, ellos han ganado un poco menos. Pero yo ya tengo cuatro juegos para jugar y aún compraría más.

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