Como reparar un mando a distancia


A todos nos ha pasado que un buen día el mando a distancia de nuestra televisión,  DVD o equipo de sonido sin motivo aparente deja de funcionar. Instintivamente pensamos que nos hemos quedado sin pilas y procedemos a sustituirlas pensando que así resolveremos el problema. Pero, ¿que pasa si con las nuevas pilas el mando sigue sin funcionar o responder correctamente? Obviamente algo pasa dentro del mando. Pero, ¿el qué?

Un mando a distancia es un dispositivo electrónico relativamente sencillo. Tiene una o dos pilas, un emisor de infrarrojos, una matriz de interruptores de membrana y un circuito integrado que maneja todo el cotarro. Si el cambio de pilas no ha funcionado, la siguiente opción (y probablemente la mas acertada) es pensar que algo pasa con los botones, es decir con los interruptores de membrana de nuestro mando.


La membrana, que es como se llama a la goma que forman los botones, presenta en cada hueco una fina capa de carbono (material conductivo del que se componen las resistencias más comunes) que facilita la conexión entre los dos polos del patrón que se puede ver en el circuito impreso. El carbono, con el uso continuado de los botones, acaba desgastándose hasta el punto de no permitir la conexión de los dos polos en el circuito impreso.

Una posible solución a este problema podría pasar por añadir más carbono a estas membranas. Pero, ¿de donde sacamos carbono en casa? Muy fácil, los lapices de dibujo están precisamente formados por este material. No tenemos mas que frotar la punta del lápiz contra la membrana para añadir una fina capa a la misma. Sin embargo, esta solución, con el tiempo, demuestra que es poco eficiente ya que la nueva capa de carbono también acabará desprendiéndose.

Existe otra solución, algo más enrevesada pero mucho más eficiente. Necesitaremos para ello una perforadora de folios de papel y cinta adhesiva de aluminio. Con estos dos datos yo creo que ya se ve por donde van los tiros ¿verdad?


Para quien no acabe de verlo, simplemente usaremos la perforadora para obtener tantos círculos de aluminio como botones del mando nos fallen y, después, los colocamos en las membranas correspondientes asegurándonos de que están bien pegados. No nos queda mas que cerrar el mando y comprobar su funcionamiento.


Aun así, no debemos pensar que esta solución es definitiva. Si, es mucho más eficiente que usar el lápiz, pero los mandos no están hechos para albergar cuerpos extraños, así que, también con el tiempo (esperemos que mucho) está solución puede volver a fallar y quizá tengamos que cambiar los círculos de aluminio o ya definitivamente adquirir un mando universal.

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