¿Quien no ha pensado alguna vez que le gustaría subir al espacio? Bueno, quizá no todo el mundo, pero yo definitivamente sí. De vez en cuando me asomo a la terraza, miro la Luna y me digo a mi mismo: Algún día volaré hasta allí.
Para que me voy a engañar. Seguramente no pase y lo más cerca que nunca estaré de la Luna sea en un avión a 30.000 pies sobrevolando el Atlántico. Aún así soñar es gratis así que seguiré haciendo lo mismo cada vez que me asome a la terraza.
En todo caso, mientras esperamos la llamada de la NASA, la ESA o cualquier otra agencia espacial, existe un recurso que nos acerca un poquito más al espacio. Se trata de enviar una un globo meteorológico con una cámara a la estratosfera.
Naturalmente es algo más complicado que un globito y una cámara. Entre otras cosas, la cámara debería ir protegida contra las bajas temperaturas que se alcanzan a esas alturas.
De todas formas no quiero entrar en muchos detalles técnicos. Si queréis saber más, estos chavales tienen un blog donde dan bastantes datos sobre como realizar el proyecto.
Y si sólo queréis ver de que se trata, aquí uno de los vídeos que han subido:
Tampoco penséis que esto es inalcanzable para gente a la ciencia. En este otro vídeo podéis ver el proyecto realizado por un padre y un hijo:
Y sobretodo, pensad que ni el cielo ni la imaginación tienen límites y que se puede mandar al espacio casi cualquier cosa:
Espero seguir viendo, de vez en cuando, más vídeos de estos. Y quien sabe si en el futuro pueda mandar el mío al espacio. Eso sí, ya sea entre amigos, en familia o uno solo, hay que disfrutar del momento y de la satisfacción de un proyecto llevado a cabo con éxito.
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